Nacionalidad | Género | Duración |
Estados Unidos | Drama, Fantasía | 1h y 35 min |
En una olvidada y orgullosa comunidad instalada en una zona pantanosa formada por los meandros del Misisipi apartada del mundo por un inmenso dique, la pequeña Hushpuppy, de seis años, está a punto de quedarse huérfana. Hace tiempo que su madre se fue, y su adorado y alocado padre siempre está de juerga. Cuando su padre está no comparten el mismo techo; él vive en una cabaña con un tejado oxidado, y ella, en una pequeña caravana colocada encima de dos barriles de aceite. La mayoría del tiempo está sola en un recinto aislado lleno de animales medio salvajes.
La vida en La Bañera está definida por la resistencia y la alegría. Pero en la escuela local (flotante), la Srta. Bathsheeba, una mujer práctica, habla a sus desarrapados alumnos acerca de la selección natural, el calentamiento global y los tremendos cambios ecológicos que han colocado al diminuto pueblo en primera fila camino de la extinción. "Aprended a convivir, a adaptaros", les dice, "más os vale saber cómo sobrevivir…"
La realidad cae con estrépito en el pequeño mundo de Hushpuppy cuando su padre contrae una misteriosa enfermedad y la naturaleza empieza a descontrolarse. Se aproxima una tremenda tormenta, los casquetes polares se derriten y su papá se cae al suelo temblando con todo su ser después de ingerir un vaso de ponche. Hushpuppy está convencida de que la misma ciencia que destruye el mundo que la rodea y los interiores de su padre están misteriosamente unidos. Su delicado hábitat llega a su fin.
Al otro lado del mundo, el calentamiento global tiene una consecuencia totalmente imprevista.
Las aguas suben alrededor del pueblo de pescadores, y los habitantes más prácticos deciden trasladarse a lugares más elevados, pero Wink y su grupo de borrachos insisten en seguir donde están. A Wink no le queda más remedio que refugiarse en la frágil caravana de Hushpuppy y esperar a que la tormenta amaine, no sin antes disparar un tiro al cielo, en un claro desafío a las fuerzas de la naturaleza. Al amanecer, Wink y Hushpuppy parten en busca de los otros supervivientes y, según su costumbre, deciden montar una fiesta en vez de lamentarse. Se comen los cangrejos, las gambas y se beben la cerveza que les queda. La Srta. Bathsheeba hace de aguafiestas al recordarle a Wink que el exceso de agua salada habrá matado a los animales y a las plantas que les permitían subsistir hasta ahora. Wink bebe un trago de cerveza antes de decir: "Todo está bajo control". Intenta enseñarle a Hushpuppy a sobrevivir en este nuevo mundo, pero no lo consigue.
Al día siguiente, Hushpuppy se despierta para ver a Wink y a sus amigos salir con un gigantesco pez lleno de explosivos. La idea es hacer que el dique vuele por los aires para secar su hogar. La Srta. Bathsheeba, la única que parece entender por qué es una mala idea, consigue detener a Wink, pero no a Hushpuppy, que se encarga de llevar a cabo el plan. Los resultados son desastrosos. La Bañera, hasta ahora un lugar lleno a rebosar de plantas y animales, no es más que un barrizal muerto.
Las aterradoras bestias se dibujan contra el horizonte y se lanzan gruñendo, bufando, bramando, con cuernos afilados como navajas, emprendiendo una terrible carrera hacia el Sur.
El gobierno no tarda en acordarse de la existencia de los habitantes de La Bañera. Hombre con megáfonos que hablan con un acento extraño obligan a Hushpuppy y al resto de habitantes a subir a unos camiones. Son llevados a un triste campamento/hospital donde todos parecen "peces en una pecera sin agua", en palabras de Hushpuppy. La administración se encarga de vestir a todos los niños de La Bañera "adecuadamente". Los médicos le comunican a Wink que no sobrevivirá y este intenta encontrar una familia para su hija, que la rechaza, furiosa. Wink no tiene más remedio que contarle la verdad: se muere. Hushpuppy comprende por fin que su padre no es el superhombre que imaginaba.
Incapaz de ver a Wink en su lecho de muerte, Hushpuppy huye en una barca hacia una luz que cree ser su madre. Un misterioso barquero la rescata y la lleva a su club favorito, llamado Cabaña Elísea del Bagre Flotante "CHICAS, CHICAS, CHICAS". Hushpuppy deambula por ese etéreo paraíso flotante cuando una mujer sale de la cocina y la mira con ojos idénticos a los suyos. "Te enseñaré un truco mágico", le dice la mujer, que aprovecha para ponerle un plato de gachas con cocodrilo frito, darle unos consejos prácticos y una buena dosis de cariño. La niña se da cuenta de que debe regresar al lado de su padre antes de que sea demasiado tarde.
Las temibles criaturas aparecen de pronto por la cresta que domina el pantano reseco y descubren a una diminuta niña delante de ellos. Se lanzan, pero ella se vuelve y se planta ante ellos, mirándoles sin miedo. Las criaturas y Hushpuppy comparten un momento de comprensión primigenia, y las bestias se arrodillan ante ella. La niña sigue su camino.
De nuevo en La Bañera, Hushpuppy comparte una última cena de cocodrilo frito con Wink en su destartalada cabaña. Se ha reconciliado con su padre y ha aceptado los caprichos de la naturaleza. La pequeña y curtida guerrera, acompañada por sus amigos, avanza por el Sur salvaje con el agua lamiéndoles los pies.
Los materiales de la película Bestias del sur salvaje: cartel, posters, fotos, videos, trailer, etc. son propiedad de las productoras (Cinereach, Court 13 Pictures, Journeyman Pictures) y/o las distribuidoras (Golem Distribución).